Desde 1998, González cofundó la Mesa para la Vida y la Salud de las Mujeres, una plataforma de organizaciones que acompañó esa demanda.
— Sus estudios muestran la desigualdad porque son en su mayoría mujeres pobres las que tienen complicaciones de salud por los abortos o que son criminalizadas.
A los movimientos antiaborto, hospitales y entidades públicas, como la Procuraduría de Alejandro Ordóñez, que obstaculizaron el acceso de las mujeres a las tres causales.
Pero Alejandro Linares y dos magistrados más salvaron su voto y propusieron despenalizar totalmente hasta, por lo menos, la semana 12. Eso mostró que había un chance de avanzar.
“La demanda la firmaron la Mesa, Women’s Link, el Grupo Médico por el derecho a decidir, Católicas por el derecho a decidir, el Centro de Derechos Reproductivos, que pusieron sus argumentos sobre barreras de acceso, Estado laico, libertad de conciencia, en un documento fuerte técnicamente ante la Corte” dice la profesora de posgrados del Depto Constitucional de la U. Externado y abogada de Women’s Link, Mariana Ardila.
— “Logramos que la discusión esta vez no girara alrededor de la imagen de una mujer con 8 meses de embarazo que supuestamente va a abortar, eso es improbable y si pasa es por los obstáculos que hay”, dice Ita Díez, de las Viejas Verdes*.
O cuando hubiera Sala Plena, para arengar frente a la Corte. Hicieron “abortos al parque” para hablar del tema.
Según, Mariana Ardila, profesora del Externado, los paros de 2019 y 2021, facilitaron que las mujeres se conocieran y se organizaran.
También las impulsó la corriente de despenalización en Argentina y México.
Dice la activista Ana Cristina González.
Es beneficiaria de Fokus (Foro de Mujeres y Desarrollo) que recibe recursos de Norad, la Agencia Noruega para el Desarrollo. Tienen otro donante anónimo.
“La reforma legal nunca fue para mí la primera opción porque hay que cambiar otras cosas para llegar a la despenalización total, que cambia la vida de las mujeres. Yo le habría apostado a la pelea por la educación sexual que es durísima y nadie la está dando”, dice Isabel Cristina Jaramillo, una feminista reconocida, profesora de Derecho de Los Andes.*
Sara Castellanos, la candidata cristiana al Senado por el Partido Liberal, lo radicó esta semana.
“Yo llevo 30 años asistiendo a esta conversación. Las transformaciones que logramos y también las derrotas me dan gasolina para seguir peleando”, dice Ana Cristina González, líder de Causa Justa.